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Necesidades urgentes del ecosistema emprendedor ante los efectos del COVID

Las crisis mundiales sacan lo mejor y a la vez lo peor del ser humano. Son un azote y a la vez una oportunidad para emprender, superarnos y evolucionar. La pandemia del COVID-19 que enfrentamos ha puesto retos a nuestra propia operatividad como país y a la capacidad de cada organización de enfrentar su propia supervivencia y de contribuir con sus constituyentes y con la sociedad de la que forma parte para juntos buscar soluciones. Las prioridades iniciales han estado en los temas de salud y supervivencia como el manejo del distanciamiento social, la provisión de insumos, respiradores, medicamentos y muchos otros temas urgentes. Con mayor o menor éxito cada ciudad está de alguna forma manejando la crisis con la esperanza de pronto superar lo peor y retornar a una “relativa” normalidad. Sin embargo, algunos estudios de instituciones líderes indican que la situación no va a terminar con este primer distanciamiento social y que esa nueva “normalidad” va a ser muy diferente a la que conocíamos en el 2019. Un estudio publicado por investigadores de la universidad de Harvard1 señala que esto podría durar hasta el 2022 con posibles rebrotes y nuevas instancias de distanciamiento que permitan mantener una respuesta efectiva de los sistemas de salud hasta que exista una vacuna o alguna cura de largo plazo.

Esto implica que enfrentamos desafíos importantes para el funcionamiento básico de nuestro tejido social y empresarial que, si no se resuelven, pueden degenerar en una situación mucho más grave que la que ya enfrenta Ecuador por la acumulación de crisis continuas. Los cambios a nivel mundial son tan fuertes actualmente que, por ejemplo, el mismo Amazon ha tenido que desestimular la compra en línea2 (cancelando promociones y otros incentivos) porque pese a su capacidad logística y económica no logra satisfacer la explosiva demanda por los servicios de entrega que existe actualmente. Este sector, junto al de los alimentos frescos, los servicios para el teletrabajo y la teleducación, entre otros, están teniendo una fuerte demanda que las empresas no necesariamente estaban preparadas para atender. Por el contrario, hay otros negocios como las agencias turísticas, los hoteles, los restaurantes y el entretenimiento presencial que están en una aguda paralización que pone en peligro su existencia en el corto y mediano plazo.

El emprendedor busca soluciones y en esta crisis no es la excepción, pues se ve actividad emprendedora tratando de satisfacer la demanda y a la vez reinventando su negocio inactivo o cambiándolo completamente. Me refiero a aquellos que tratan de servir y crear valor, no a los que tratan de abusar con la especulación; los segundos no son emprendedores. Tengo amigos que han dejado su agencia de turismo para dedicarse al servicio de entrega de víveres y otros que están arrancando servicios de tele-educación porque se quedaron sin empleo. Los emprendedores reaccionan, se adaptan, luchan y tratan de servir y a la vez buscar un sustento. Sin embargo, en crisis complejas como estas, el costo en pérdidas de empleos, salud y condiciones de vida puede ser muy alto a pesar del empuje emprendedor. Necesitamos apoyarlos con iniciativas articuladoras, que busquen facilitar, unir ideas y esfuerzos, y encontrar mecanismos transversales que sirvan primero a los sectores que están en el vértice del movimiento actual como víveres y medicinas, pero que a la vez sirvan para aquellos que pueden irse reactivando paulatinamente, como servicios no urgentes de salud, restaurantes, peluquerías, ropa y el resto de la actividad comercial y productiva.

De las conversaciones que he podido mantener con diferentes emprendedores y con otros actores en el sector público y privado, considero que hay cinco necesidades fundamentales que tenemos que apoyar y articular institucionalmente para no dejar que la responsabilidad de levantar el ecosistema emprendedor recaiga sólo en los emprendedores luchando independientemente:

1) La necesidad de que cada sector se agrupe y articule para que innove y cree nuevos modelos de negocio y propuestas de valor para llegar a sus clientes y para formular propuestas sólidas y técnicas para involucrar al gobierno y a otros actores. Trabajando de manera individual es siempre más difícil.

2) La necesidad de tener una operación efectiva y transparente de los servicios transversales que actualmente están funcionando de manera ineficiente y desbordados por la falta de desarrollo previo (cadena de logística en todos lo frentes, plataformas de comercio electrónico seguro, analítica para predecir comportamientos, etc.)

3) La necesidad de contar con protocolos y procesos de trabajo que incluyan normas de bioseguridad que nos permitan manejar las nuevas condiciones tanto en los periodos de cuarentena como en aquellos con interacción social limitada. Esto es escencial para evitar que los trabajadores enfermen y para que los productos lleguen a los consumidores con el menor riesgo de contaminación.

4) La necesidad de proveer soluciones seguras y automatizadas para que los entes reguladores (que están ahora preocupados de la salud primariamente) puedan ejercer su trabajo de proteger y proveer servicios al ciudadano, sin entorpecer la reactivación económica. Esto incluye sistemas seguros y automatizados para verificación de identidad, control de circulación, aceptación y verificación de protocolos, entre otros. Deben ser integrables rápida y efectivamente con los sistemas estatales y privados.

5) Mecanismos tributarios y de apoyo económico para la reactivación de la actividad emprendedora.

Algunos de los temas que quieren atención inmediata son:

  • Manejo electrónico de identidad digital y otorgamiento y control de salvoconductos de circulación.

  • Protocolos y estándares de bioseguridad para despacho, entrega, transporte y manipulación de insumos alimenticios y de hogar, comidas preparadas y medicinas.

  • Protocolos y estándares de bioseguridad para el trabajo en diferentes sectores (desde tiendas y salones de belleza, hasta grandes industrias).

  • Protocolos y estándares de tele-educación y educación presencial limitada para escuela y colegios.

  • Sistema de inteligencia social electrónica para monitorear el contagio del virus (contact tracing3).

  • Plataformas de comercio electrónico tanto para pago como para el montaje fácil y rápido de tiendas virtuales, manejo contable, etc.

  • Plataformas tecnológicas de soporte al servicio de entrega (delivery) que usen los últimos adelante en estimaciones de rutas, control de órdenes, etc. y que sean fáciles de integrar para todo tamaño de negocio.

  • Entrenamiento y servicios de apoyo relacionado a todo lo anterior.

Después de la cuarentena, las cosas no van a volver a ser como eran antes y muchos sectores van a tener enormes problemas para recuperarse si no hay soluciones transversales e integrales. No obstante, la fuerza emprendedora es siempre una luz que nos puede llevar a salir adelante. Hay que apoyarla, nutrirla, darle viabilidad y conexión eliminando las barreras sin por eso descuidar el bien social. Al mismo tiempo, con la dinámica adecuada, los emprendedores nos van a dar soluciones y nos van a ayudar a encontrar caminos a través de la innovación para un mejor futuro. Las reflexiones de este artículo no son para nada exhaustivas, ni nuevas, ni tampoco libres de error. Pero es un pequeño aporte en este tiempo de conectar ideas, acciones y esfuerzos porque sobre cada uno de ellos siempre podemos construir más.


Por: Guido Caicedo Rossi, Director Ejecutivo de i3lab-ESPOL

Referencias:

  1. https://science.sciencemag.org/content/early/2020/04/14/science.abb5793.full

  2. https://gizmodo.com/amazon-would-reportedly-like-you-to-stop-buying-so-much-1842904309

  3. https://techcrunch.com/2020/04/18/what-is-contract-tracing/