Noticias de Tecnología e Innovación

Los drones dominan el campo de batalla en la guerra entre Ucrania y Rusia

La guerra en Ucrania ha cambiado drásticamente con la proliferación de drones, que ahora causan hasta el 80% de las bajas en el frente, superando a la artillería y otros métodos convencionales de combate. Tanto Rusia como Ucrania han convertido modelos comerciales en máquinas de guerra avanzadas, usando enjambres de drones para ataques precisos y mortales.

Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, ambos bandos han invertido masivamente en el desarrollo y producción de drones de ataque, reconocimiento y defensa. En 2024, Ucrania fabricó más de un millón de drones de primera persona (FPV), mientras que Rusia asegura producir hasta 4,000 por día. La efectividad de estos dispositivos ha cambiado la dinámica del conflicto, con soldados describiendo la sensación de estar bajo el acecho de "mil francotiradores en el cielo".

Los avances en guerra electrónica también han llevado a innovaciones como drones con cables de fibra óptica para evitar interferencias y sistemas de inteligencia artificial capaces de detectar y neutralizar objetivos de forma autónoma. Además, las fuerzas ucranianas han integrado drones en operaciones navales, obligando a la marina rusa a replegarse en el Mar Negro.

A pesar del éxito de los drones, los comandantes ucranianos advierten que aún se necesitan armas convencionales, como artillería pesada y misiles de largo alcance, para mantener la resistencia. Sin embargo, el conflicto en Ucrania está sentando un precedente global en el uso de drones en combate, con implicaciones para futuras guerras y la seguridad internacional.

🔗 Leer más: The New York Times

 

Software abierto permite ganar Oscar con baja inversión

La película de animación letona Flow ha hecho historia al ganar el Oscar a Mejor Película Animada en los Premios de la Academia 2025. Esta victoria representa el primer Oscar para Letonia y un gran logro para su director, Gints Zilbalodis, quien ha destacado en el mundo de la animación independiente.

Flow es un filme de aventuras sin diálogos que sigue la historia de un gato y otros animales que buscan refugio en un bote tras una devastadora inundación. Su producción llamó la atención no solo por su narrativa innovadora, sino también porque fue completamente creada con Blender, un software de animación 3D gratuito y de código abierto. La accesibilidad de Blender permitió a Zilbalodis y su equipo desarrollar el filme con un presupuesto limitado, creando herramientas personalizadas para simulaciones de agua y efectos visuales estilizados.

El diseño artístico de la película, con una estética similar a la acuarela, ayudó a diferenciarla de los grandes estudios de animación. Además de su victoria en la categoría de animación, Flow también fue nominada a Mejor Película Internacional, un reconocimiento poco común para una película animada.

Este triunfo refuerza la creciente relevancia del software de código abierto en la industria del cine y demuestra que la creatividad y la innovación pueden destacar incluso con recursos modestos.

🔗 Leer más: Mashable

 

36 empresas son responsables del 50% de las emisiones globales de CO₂, revela informe

Un nuevo análisis de la base de datos Carbon Majors ha revelado que solo 36 compañías generan la mitad de las emisiones globales de CO₂, con un aumento en 2023 a pesar de las advertencias sobre el cambio climático. Entre los principales responsables se encuentran gigantes del petróleo, gas, carbón y cemento, con un dominio significativo de empresas estatales.

El informe señala que las compañías estatales representan el 52% de las emisiones industriales, con especial protagonismo de China, que contribuyó con el 23% de las emisiones globales de combustibles fósiles y cemento. Entre las cinco empresas con mayores emisiones se encuentran Saudi Aramco, Coal India, CHN Energy, National Iranian Oil Co.y Jinneng Group, que juntas fueron responsables del 17.4% del CO₂ mundial en 2023. En el sector privado, las compañías con mayor impacto fueron ExxonMobil, Chevron, Shell, TotalEnergies y BP, generando el 4.9% de las emisiones globales.

El informe también destaca el crecimiento de la contaminación en la industria del cemento, con empresas como Holcim Group y Heidelberg Materials liderando los aumentos relativos de emisiones. Además, se resalta el papel de la base de datos Carbon Majors en litigios climáticos, como los casos de Nueva York y Vermont, donde se han utilizado estos datos para exigir responsabilidades a las empresas de combustibles fósiles.

Según la Agencia Internacional de Energía, ningún nuevo proyecto de combustibles fósiles iniciado después de 2021 es compatible con la meta de alcanzar emisiones netas cero para 2050. Sin embargo, las emisiones siguen en aumento, lo que pone en riesgo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5°C, que requiere una reducción del 45% en las emisiones globales para 2030.

🔗 Leer más: TechSpot

 

¿Cuántos dispositivos en el mundo conectados a Internet?

En 1984, solo 1,000 dispositivos estaban conectados a Internet. Ocho años después, en 1992, la cifra alcanzó 1 millón. Para 1998, ya había 50 millones, y en 2009 el número superó los 1,000 millones. Hoy, en 2025, el total de dispositivos conectados ha superado los 40,000 millones, consolidando el dominio del Internet de las Cosas (IoT) en la vida cotidiana.

Según estudios de Statista y IoT Analytics, solo en 2024 se sumaron más de 5,000 millones de nuevos dispositivos IoT en sectores como salud, transporte, automatización industrial y hogares inteligentes. Se espera que para 2030 esta cifra supere los 75,000 millones, impulsada por avances en 5G, inteligencia artificial y computación en el borde (edge computing). Empresas como Cisco y Ericsson proyectan que el número de dispositivos conectados oscilará entre 48,000 y 50,000 millones en los próximos cinco años.

Si bien esta expansión trae consigo una mayor eficiencia y automatización en diversas industrias, también plantea desafíos en ciberseguridad y privacidad. La proliferación de dispositivos aumenta los riesgos de ataques cibernéticos, lo que obliga a gobiernos y empresas a fortalecer regulaciones y desarrollar sistemas de seguridad más avanzados.

Más allá del crecimiento numérico, la próxima fase del IoT se enfocará en mejorar la velocidad de las redes, reducir el consumo de energía y garantizar la estabilidad de estos ecosistemas interconectados. Lo que comenzó como una red limitada de computadoras hoy es un sistema global que define el futuro de la tecnología, los negocios y la vida diaria.

🔗 Leer más: TechSpot

 

¿El futuro de los centros de datos está en el espacio?

La creciente demanda de almacenamiento y procesamiento de datos ha llevado a empresas tecnológicas a explorar una posibilidad futurista: trasladar los centros de datos al espacio. Compañías como Lonestar Data Holdings y Axiom Spaceya han comenzado pruebas para almacenar y procesar información fuera de la Tierra, con la esperanza de mejorar la seguridad, reducir el impacto ambiental y optimizar la eficiencia energética.

La empresa Lonestar lanzó recientemente un dispositivo del tamaño de una caja de zapatos con 8 TB de almacenamiento a bordo del módulo lunar Athena de Intuitive Machines. Su objetivo es probar la viabilidad de almacenar datos en la Luna, donde la seguridad sería mayor al evitar ciberataques, cortes de energía y desastres naturales. A largo plazo, la empresa planea establecer centros de datos en el punto Lagrange L1 entre la Tierra y la Luna para permitir acceso continuo.

Por su parte, Axiom Space planea lanzar un servidor a la Estación Espacial Internacional y, para 2027, establecer un nodo de computación en su propio módulo orbital. Starcloud, otra startup, prevé lanzar satélites con GPUs Nvidia para procesar datos en el espacio.

Los beneficios potenciales de esta tecnología incluyen el uso ilimitado de energía solar, la eliminación de la necesidad de agua para refrigeración y una mayor seguridad frente a sabotajes. Sin embargo, existen desafíos importantes, como la resistencia del hardware a las condiciones extremas del espacio, la viabilidad económica y el impacto ambiental del lanzamiento de cohetes.

Si bien algunos expertos consideran esta idea aún prematura, otros argumentan que la expansión de la economía lunar y los futuros viajes a Marte harán indispensable la creación de infraestructuras digitales en el espacio. El debate sigue abierto, pero las primeras pruebas ya están en marcha.

🔗 Leer más: MIT Technology Review

Expertos advierten que la IA aún no está lista para ser un "co-científico"

A pesar de las promesas de empresas tecnológicas como Google y OpenAI sobre el potencial de la inteligencia artificial para acelerar descubrimientos científicos, los expertos advierten que la realidad está lejos del optimismo publicitario. Google presentó recientemente su "co-científico de IA", una herramienta diseñada para generar hipótesis y ayudar en la investigación científica. Sin embargo, varios investigadores dudan de su utilidad real y señalan que carece de datos empíricos que respalden sus beneficios.

El caso más reciente de Google se centra en el supuesto éxito de su IA en el redescubrimiento de un fármaco para tratar la leucemia. Sin embargo, científicos como Favia Dubyk, patóloga en el Northwest Medical Center-Tucson, critican la falta de detalles en los resultados y advierten que "ningún investigador serio tomaría esto como un hallazgo confiable".

No es la primera vez que Google enfrenta escepticismo en la comunidad científica. En 2020, la empresa afirmó que su IA podía detectar cáncer de mama mejor que los radiólogos, pero una revisión de Harvard y Stanford cuestionó la validez del estudio por falta de transparencia. De manera similar, en 2023, Google aseguró haber creado 40 nuevos materiales con su IA GNoME, pero un análisis externo determinó que ninguno era realmente nuevo.

El desafío principal es que la IA actual no está equipada para resolver problemas científicos complejos de manera independiente. Investigadores como Ashique KhudaBukhsh, del Rochester Institute of Technology, advierten que la IA solo es eficaz en entornos controlados y tiende a fracasar en situaciones reales. Además, la mayoría de los avances científicos requieren experimentación física, algo que la IA no puede realizar.

Otro problema es la creciente presencia de "ciencia basura" generada por IA, que ya está saturando plataformas como Google Scholar. La investigadora Lana Sinapayen, del Sony Computer Science Laboratories, advierte que un mal uso de la IA podría inundar la comunidad científica con estudios erróneos o de baja calidad, afectando el proceso de revisión por pares.

Aunque algunos científicos ven potencial en la IA para tareas como la organización de literatura científica o el análisis de datos, la mayoría considera que la inteligencia artificial aún está lejos de reemplazar la creatividad y el razonamiento humano en la ciencia.

🔗 Leer más: TechCrunch

 

Robots para enfrentar la crisis de cuidadores geriátricos en Japón

Japón, la nación con la población más envejecida del mundo, está recurriendo a la inteligencia artificial y la robótica para abordar su creciente crisis de cuidadores geriátricos. En Tokio, un robot humanoide llamado AIREC, diseñado por investigadores de la Universidad de Waseda, ha demostrado habilidades avanzadas para asistir en el cuidado de personas mayores, como cambiar de posición a pacientes para prevenir úlceras por presión o ayudarles a vestirse.

El país enfrenta una severa escasez de trabajadores en el sector de atención a ancianos, con solo un solicitante por cada 4.25 vacantes en diciembre de 2024. Aunque Japón ha incrementado la contratación de cuidadores extranjeros, estos representan menos del 3% de la fuerza laboral en el sector. Según expertos como Takashi Miyamoto, director de la organización Zenkoukai, la tecnología es la mejor esperanza para aliviar la crisis.

Actualmente, algunos robots ya se utilizan en centros de atención para entretener a los residentes con canciones y ejercicios, mientras que sensores inteligentes monitorean el sueño de los pacientes para reducir la carga de los cuidadores nocturnos. Sin embargo, robots como AIREC aún requieren más desarrollo antes de integrarse plenamente en hospitales y residencias, lo que se espera ocurra hacia 2030, con un costo inicial estimado de 10 millones de yenes (67,000 dólares).

Si bien los cuidadores humanos siguen siendo esenciales, los expertos creen que la colaboración entre IA y personal sanitario será clave para garantizar un sistema de atención sostenible en el futuro.

🔗 Leer más: Reuters

 
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